jueves, 31 de julio de 2008

CORDOBAZO(tapa de prensa obrera nº 1048)




Le tocó a un gobernador sojero, adversario de las retenciones móviles, imponer una reducción de las jubilaciones.

Dos pesos, dos medidas: ganancias más altas para los explotadores, menores ingresos para los trabajadores.

No es cierto que Schiaretti ha producido un recorte a las jubilaciones ‘altas', sino especialmente a las que no lo son: en el futuro, las jubilaciones en Córdoba se calcularán sobre el promedio de salarios de los últimos cuatro años, en tanto que hasta ahora se establecían sobre el último sueldo.

Dependiendo de la inflación en cada período, esta reducción de las jubilaciones puede ser infinita.

Pero Schiaretti no actuó por cuenta propia: cumplió con un convenio firmado con el gobierno nacional (entre Duhalde y De la Sota, en 2002) que lo compromete a proceder a esta confiscación para obtener el financiamiento de éste para la Caja Provincial.

Capitanich, el chaqueño, acaba de firmar lo mismo con Cristina Kirchner.

Sojeros y oficialistas, que se enfrentaron durante cuatro meses, se han unido porque en Córdoba se trata de atacar al pueblo.

¿No tenía acaso otra alternativa este gobernador para superar la crisis fiscal que han creado él y sus antecesores?

Sí que la tenía: le bastaba con subir la valuación fiscal de la propiedad rural para recaudar 3.300 millones de pesos en lugar de los 54 millones que cobra en la actualidad.

El capital industrial recibe, en Córdoba, subsidios por 500 millones de pesos anuales.

¡Pero Cristina Kirchner está haciendo lo mismo!

caba de aumentar las tarifas de luz en un promedio del 40%, que aun ‘segmentadas', golpearán principalmente a los trabajadores.

Acaba de pactar con Das Neves un aumento del precio de corte para el petróleo, de 42 a 52 dólares, lo que equivale a una reducción de retenciones para los monopolios.

Lo hace luego de un aumento del 30% en el precio de las naftas.

Aumentan un 16% las prepagas.

El gobierno ‘nacional y popular' está lanzado a un ‘ajuste' contra los trabajadores.

Llevar el salario mínimo a 1.200 pesos miserables o decretar la movilidad de las jubilaciones para el año que viene, y a partir de un nivel desvalorizado, es otra manifestación de la confiscación que sufre el pueblo.

El cordobazo del pasado miércoles en Córdoba no es, por eso, un hecho aislado.

Ya ha comenzado en las provincias lo que rápidamente se convertirá en una huelga general docente.

Durante cinco días se paralizó el transporte en Capital y Gran Buenos Aires, por la incapacidad de patrones y gobierno de ofrecer seguridad a los choferes.

Fate, Pirelli, Firestone, Mafissa, TDO se encuentran en lucha, incluida la huelga general, y acaban de obtener una gran victoria contra la represión patronal.

El régimen político naufraga en medio del debut de una rebelión de los trabajadores y en medio de una crisis mundial imparable.

Desarrollemos una amplia deliberación obrera y popular: por la reapertura de las paritarias, por un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar, por el ajuste del salario por inflación, por el reparto de las horas de trabajo para incluir a todos los desocupados.
Por una alternativa obrera y socialista.

viernes, 25 de julio de 2008

Bolivia: Los trabajadores deben intervenir en la crisis


DECLARACION DE LA AGRUPACION MARXISTA REVOLUCIONARIA DE BOLIVIA


•Para aplastar a la derecha y arrancar los reclamos de 2003


Para el 10 de agosto los trabajadores han sido convocados a votar en el Referendo Revocatorio que debe disponer si el Ejecutivo nacional y ocho prefectos continúan en sus puestos.
La ley que consagró el Referendo fue impulsada por Podemos, un partido que representa los intereses de la burguesía minera y de los pulpos petroleros, y tuvo el apoyo vertiginoso del partido de gobierno, el MAS.
Con el resultado previsto hasta el día de hoy por las encuestas, el gobierno nacional y unos seis de los ocho prefectos quedarán en sus puestos.
Es decir nada (o casi nada) cambiará.
El vicepresidente García Linera llamó con antelación a este desenlace "un empate estratégico" entre la oposición (que había protagonizado el referendo de Santa Cruz el 4 de mayo) y el gobierno. Quien dice "empate" dice búsqueda de un arreglo entre el gobierno, la oligarquía y el capital extranjero.
¿Pero no ha sido ésta la política del gobierno del MAS, al que las masas votaron en 2005?
Trabajador, compañera, joven, repase estos datos.
La nacionalización del petróleo bajo control de los trabajadores fue convertida en los contratos de producción con los privados, lo que impidió una nacionalización sin indemnización que era un componente clave en una salida para el pueblo boliviano. Los nuevos contratos hasta dejan en manos del Estado la exploración, es decir la inversión de mayor riesgo. La producción y la búsqueda de reservas están estancadas.
"Con todas las modificaciones, nuestra rentabilidad es igual a la anterior", acaba de declarar Repsol-YPF, que algo sabe del asunto.
La nueva Constitución no contiene un solo punto que amenace la dominación social de la oligarquía y de los pulpos internacionales. El artículo que limita el tamaño de de los latifundios quedó sujeto a la aprobación de un referendo. Se preguntará: "¿Qué extensión de tierra será considerada latifundio, más de 5.000 hectáreas o más de 10.000?". La respuesta carece de importancia porque nadie impide a los oligarcas fraccionar los predios para disimular la tenencia de grandes extensiones y evitar el pago de impuestos. Hace mucho tiempo el gobierno anunció el inicio del trámite de expropiación de 206.000 hectáreas, 180.000 en el sur de Bolivia, medidas restringidas, sujetas a trámite y que pueden aún formar parte de un pacto más general con la oligarquía.
El 4 de mayo la abstención en el referendo organizado por la derecha en Santa Cruz llegó al 40%, en una elección dominada por los matones de la oligarquía. Este 40% es la medida de lo que se podría haber logrado si la voz de orden era movilizar a las masas para impedir el atropello de la derecha, que pretende un estatuto por el que dispondría de la tierra, el petróleo y el gas. La voz de orden del MAS fue someterse a las mediaciones, a la Iglesia, a la Unión Europea y en definitiva dejar actuar a la derecha.
La propia derecha ha tomado nota de esta política. Quienes antes decían: "Que se vaya el indio de mierda" hoy dicen: "El problema no es Evo, sino los sectores radicales de su gobierno", como acaba de declarar el titular de Cainco.
Trabajadores: aunque duela reconocerlo, el gobierno nacionalista del MAS ha fracasado en lo que fueron los reclamos firmados con sangre en la rebelión campesino indígena obrera de 2003.
Así las cosas, hay que actuar de acuerdo y de acuerdo con las circunstancias que vivimos.
El pueblo irá a votar porque a pesar de este balance piensan que el gobierno es el mal menor, por un lado, y que una victoria electoral será un arma contra los prefectos de la oligarquía (aunque el sufragio no resolverá la crisis).
Llamar a la abstención es estéril, es llamar a "revocar a todos" sin ningún sustento ni perspectiva.
Por lo tanto proponemos votar contra la revocación del Ejecutivo nacional, y por la revocación de los prefectos de la derecha.
Denunciamos, al mismo tiempo, la tendencia al compromiso y aún al acuerdo estratégico entre el gobierno del MAS y la oligarquía y el capital extranjero.
Llamamos a un voto sustentado en métodos revolucionarios de agitación y organización y en un programa:
* Nacionalización real del petróleo y las minas.* Expropiación de latifundistas y grandes capitales agrarios para hacer la revolución agraria.
* Nacionalización de la banca y el comercio exterior.* Impugnación de la Constitución aprobada por el MAS.* Nueva Constitución y nueva Constituyente, convocada por las organizaciones obreras y campesinas.
Llamamos a la unión con la masa indígena urbana y campesina y con los pobres de las ciudades en función de esta política.


AMR, PO, Militantes por la Refundación de la IV Internacional en Bolivia (Julio 20 de 2008)